El Castel dell’Ovo, nombre que quiere decir Castillo del Huevo, es una edificación del s. XV localizada en Megaride, un islote de la ciudad italiana de Nápoles.
Esta ciudadela fortificada bastante famosa se eleva dominando el paisaje del golfo, aportándole valor histórico y cultural al lugar. En tu visita a Nápoles te invitamos conocer este impresionante monumento, en el que descubrirás su pasado y te maravillarás con las vistas que te ofrece.
Si quieres conocer más sobre el Castel dell’Ovo sigue leyendo, de esta forma te preparas para cuando puedas verlo con tus propios ojos. A continuación te contaremos la historia del lugar y la leyenda a la que debe su nombre. Encontrarás una descripción del sitio y del museo que alberga, así como información útil si deseas visitarlo.
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Historia del Castel dell’Ovo
El lugar que ocupa el Castel dell’Ovo fue de importancia para los griegos y los romanos que ocuparon la zona. Cuando Nápoles fue conquistada por los romanos, en el s. V, este islote se fortificó y se usó como cárcel. Hay fuentes que afirman que Rómulo Augusto, último emperador romano occidental, fue encerrado en este castillo, que para entonces era llamado Castrum Lucullanum, debido a que era parte de la villa de Licinio Lúculo.
La forma original del castillo fue una construcción de 1128 realizada por normandos que recuperaron y remodelaron la edificación, que sufrió daños en el tiempo que se usó como cárcel. A partir de entonces el castillo fue usado como residencia real napolitana y depósito para el tesoro del reino. Esta primera edificación fue modificada varias veces con el paso del tiempo. La arquitectura actual del edificio responde al s. XV.
La leyenda del Castillo del Huevo
El nombre de Castillo del Huevo se origina de una leyenda napolitana. En esta se narra que Virgilio escondió un huevo mágico en las bases del edificio, que era uno de los más antiguos de esa región. La cuestión era que el huevo fue puesto en posición vertical, y si el huevo mágico caía a los lados, sin este el castillo sería destruido y la ciudad de Nápoles sería víctima de desgracias.
Al ver como aun se conserva este precioso edificio, que es una de las principales atracciones napolitanas, nos hace pensar que este fantasioso huevo aun permanece en su posición inicial.
Conociendo el Castel dell’Ovo
En la actualidad, el público en general puede ingresar al castillo. En la visita al castillo se aprecia la majestuosa fortaleza, la terraza y sus cañones, así como el burgo marinero bastante característico que se encuentra a sus pies.
Las terrazas artificiales en la ladera de la colina y las impresionantes murallas del castillo invitan a dar un paseo. Las galerías góticas a cielo abierto y con arcadas son de tal belleza que crean un escenario mágico. El conjunto adquiere una apariencia gracias a las enormes salas con columnas, la Iglesia de Salvatore y las grandes torres Maestra y Normandía.
Desde estas dos torres se admira una espectacular vista panorámica de Nápoles y del monte Vesubio. Por otra parte, el castillo se conecta a tierra firme a través de un puente de 100 m de longitud, ideal para tomar fotografías.
A los pies del castillo se extiende la villa marina por donde se accede a la edificación. Aprovechando que tan valioso monumento está abierto al público y cuenta con un espacio museístico, bien vale la pena adentrarse en esta fastuoso estructura defensiva en donde podemos dejar volar nuestra mente.
Museo de Prehistoria
Parte del castillo está ocupado por el Museo de Prehistoria. En él se llevan a cabo exposiciones periódicas relacionadas con las antiguas civilizaciones de la zona. La colección se compone de piezas de cerámica, prendas de vestir y artículos de la vida cotidiana.
Información general para visitar el Castel dell’Ovo
- El castillo está abierto al público todo los días.
- La entrada al mismo es gratuita.
- Para el Museo de Prehistoria, el precio del boleto varía según la exposición que esté.
Alrededor del castillo hay unas callejuelas llenas de restaurantes y cafés, en donde disfrutar de una buena comida con pescado y tomar algo. La zona se llama Borgo del Marini y está ocupada por las antiguas casas de los pescadores.
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